Corea del Norte ha solicitado oficialmente a la comunidad internacional la repatriación de las empleadas de un restaurante norcoreano que desertaron en bloque el año pasado a Corea del Sur.
El régimen sostiene que las 12 mujeres que trabajaban en un restaurante norteño en China, y que desertaron en abril de 2016, fueron supuestamente secuestradas por el Gobierno surcoreano.
En un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrado recientemente en Ginebra, Pyongyang acusó a Seúl de vulnerar los derechos humanos, y exhortó a la repatriación inmediata al Norte de esas desertoras.
Previamente, en enero, el Norte hizo esas acusaciones en una carta que envió al secretario general y al responsable de Derechos Humanos de la ONU. Además, insistió en que Corea del Sur, EEUU y Japón son países criminales que violan los derechos humanos y no tienen derecho a criticar su régimen.
Los expertos analizan que Pyongyang aparentemente busca huir de las críticas de la comunidad internacional generadas por la reciente muerte del estadounidense Otto Warmbier, tras permanecer largo tiempo en cautiverio en el Norte.