Durante la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, convocada el miércoles 5 con carácter de urgencia tras el lanzamiento de un misil intercontinental norcoreano, hubo una fuerte disputa entre los miembros permanentes de ese organismo.
El choque ocurrió entre dos bloques del Consejo de Seguridad de la ONU, uno formado por Estados Unidos, Reino Unido y Francia, que urgieron a la implementación de sanciones más duras contra Corea del Norte, y el otro por China y Rusia, que alegaron que las medidas restrictivas no resolverán los problemas.
La discrepancia más notoria se observó ante la opción de considerar una acción militar contra Corea del Norte.
Así, la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas Nikki Haley, manifestó que su país posee un gran poderío militar y que está dispuesto a usarlo de ser necesario, si bien no desean que la situación tome ese rumbo.
Al respecto, el representante chino Liu Jieyi se mostró tajante al afirmar que la opción de considerar acciones militares contra Corea del Norte está fuera de discusión; postura que secundó el vice embajador ruso Vladímir Safronkov, quien enfatizó que esa alternativa debería quedar descartada.
No obstante, las discrepancias continuaron respecto a la adopción de sanciones adicionales contra Corea del Norte. Mientras que Rusia y China puntualizaron que es hora de admitir que las medidas restrictivas no resolverán los problemas; Estados Unidos y Francia abogaron por reforzar las sanciones contra el régimen de Pyongyang.