El presidente de la nación, Moon Jae In y el de EEUU, Donald Trump mantuvieron en la noche del día 4, hora coreana, una conversación telefónica de unos 40 minutos, donde acordaron levantar el límite que actualmente regula el peso de la cabeza explosiva de los misiles surcoreanos.

Esta medida permitirá a Corea del Sur desarrollar misiles capaces de atacar los bunkers de la cúpula del Ejército norcoreano. Pero además, envía un fuerte mensaje de advertencia hacia Corea del Norte, ya que no sólo refleja la sólida alianza entre Corea del Sur y EEUU, sino que concede a Corea del Sur capacidad propia para refrenar ataques norcoreanos.

El presidente Moon también decidió desplegar lo antes posible el sistema antimisiles THAAD en Corea del Sur, siguiendo los procedimientos necesarios.

Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de medidas práticas, potentes y palpables hacia Corea del Norte, y decidieron promover la adopción de sanciones aún más fuertes mediante el Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente Moon también conversó con el presidente ruso, Vladímir Putin, a quien pidió valorar seriamente en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU el corte de suministro de crudo a Corea del Norte, así como la prohibición de envío de trabajadores norcoreanos al extranjero. Al respecto Putin mostró una postura reservada, señalando que el problema norcoreano puede ser resuelto por vía diplomático.