Mientras en Estados Unidos se alude a la necesidad de que la administración de Washington imponga medidas restrictivas propias contra Corea del Norte, el Congreso de ese país ha pedido sancionar a algunos de los principales bancos de China.
En concreto, el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes pidió al Ejecutivo aplicar sanciones a 12 bancos chinos, acusándolos de haber realizado transacciones con Corea del Norte. Entre ellos figura incluso el Banco Industrial y Comercial de China, el más importante del país vecino según el volumen de activos.
En 2005, Estados Unidos bloqueó las cuentas norcoreanas en el Banco Delta Asia y así, con medidas para impedir las operaciones entre Pyongyang e instituciones finanacieras de terceras naciones, logró que Corea del Norte volviera a la mesa de negociaciones.
Considerando dicho antecedente, el Congreso estadounidense pidió sancionar a bancos chinos; sin embargo, éstos son de otro nivel respecto a Delta Asia. De hecho, algunos pronostican que si Estados Unidos llegara a implementar sanciones similares contra esos bancos, crearía una gran confusión en el sistema financiero chino, pudiendo hasta desatar una guerra económica entre ambos países.