El sector político mantiene la discrepancia sobre la política antinuclear del Gobierno de Moon Jae In. 

Así, el partido gobernante The Minjoo criticó a la oposición por politizar hasta las medidas energéticas intentando engañar a la ciudadanía, al destacar el coste de desmantelar las plantas atómicas deterioradas sin considerar factores de seguridad. En esa línea, el líder parlamentario Woo Won Shik prometió que The Minjoo hará todo lo posible para implementar con éxito la transición hacia una "era de energía limpia". 

Mientras, los tres principales opositores reprobaron la política antinuclear, que tildaron de "apresurada y miope". En particular, el presidente del comité especial sobre centrales nucleares, Lee Chae Ik, afirmó que la mayoría de los ciudadanos está a favor de mantener la red actual de plantas nucleares, y acusó al Ejecutivo y al oficialista de intentar distorsionar la opinión pública. 

Por su parte, el jefe del comité de políticas del Partido del Pueblo, Lee Yong Ho, resaltó que el problema del actual gobierno es su arbitrariedad y la increíble rapidez con la que toma de decisiones, añadiendo su preocupación por la "carrera sin freno" gubernamental hacia una Corea sin energía atómica.