El Comité de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos del Senado estadounidense aprobó por unanimidad la llamada 'Ley Otto Warmbier', que incluye las sanciones más duras contra Corea del Norte y busca excluir completamente a dicho país del sistema financiero internacional.
Concretamente, el objetivo de la ley es imponer un "boicot secundario" a aquellas instituciones que ofrezcan servicios financieros a entidades y particulares norcoreanos sancionados por Washington o por Naciones Unidas, bloqueando el acceso a sus activos en Estados Unidos o prohibiendo la apertura de cuentas en bancos estadounidenses.
La ley apunta a instituciones financieras extranjeras que, de un modo u otro, colaboran con el desarrollo nuclear y balístico de Corea del Norte. Se estima que fue redactada pensando principalmente en China, el mayor "patrocinador" del régimen de Pyongyang.