La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por decimotercer año consecutivo una resolución sobre la situación de derechos humanos en Corea del Norte. El documento fue avalado sin votación, en base al consenso de los presentes, al igual que en noviembre en la Tercera Comisión, una de las seis principalesde la Asamblea General de la ONU a cargo de asuntos sociales, humanitarios y culturales, incluidos derechos humanos.
La resolución condena las violaciones de derechos humanos cometidas de forma organizada en Corea del Norte y exige acciones inmediatas para corregir esa situación. Como ejemplos de las más graves trasgresiones, alude a torturas, violaciones y ejecuciones públicas.
Como novedad, respecto a las resoluciones de años anteriores, es que exhorta al régimen de Pyongyang a adoptar medidas razonables, como permitir contactos entre las familias separadas de las dos Coreas, y con las personas detenidas en Corea del Norte.
Sin embargo, Corea del Norte interpreta la resolución como una iniciativa política encabezada por Estados Unidos para derrocar su régimen.