El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destituyó el día 13, hora local, al secretario de Estado, Rex Tillerson, y nombró a Mike Pompeo, director de la CIA, a dicho cargo.
Mediante su cuenta de Twitter, Trump divulgó que el republicano sería el nuevo secretario de Estado y que realizaría un trabajo fantástico. Asimismo, anunció que Gina Haspel, subdirectora de Inteligencia estadounidense, asumirá el control de dicha entidad, siendo la primera mujer que ostenta ese cargo.
El despido de Tillerson se produce en medio de la cambiante situación geopolítica en la península coreana, y a poco tiempo de las cumbres programadas entre dos Coreas y entre Estados Unidos y Corea del Norte, en abril y mayo, respectivamente.
En los círculos políticos de Washington ya presagiaban que Tillerson podía ser despedido en cualquier momento, dada la mala relación que mantenía con Trump, por la disparidad de estilos para resolver el problema nuclear norcoreano, entre otras cosas.
Pompeo es conocido por mantener una "línea dura" hacia Corea del Norte; mientras que Haspel está ligada a la aplicación de crueles torturas a detenidos por atentados terroristas para obligarles a declarar.