Corea del Sur y Estados Unidos cerraron a la vez las negociaciones de reforma del tratado de libre comercio y la exención de aranceles sobre el acero. 

En lo que atañe a la revisión del TLC, Seúl cedió ante Washinton en comercio de coches, al aceptar postergar hasta el año 2041 la eliminación de tasas sobre camionetas prevista para 2021. Aismismo accedió a reconocer parcialmente los estándares de seguridad de Estados Unidos y a flexibilizar el sistema de control de emisiones de gases de efecto invernadero para coches de origen estadounidense. 

En cambio, Seúl logró que la reforma del TLC contemple formalmente que no permitirá una liberalización adicional del mercado agropecuario, y también rechazó la petición de Washington de que los coches surcoreanos fabricados en Estados Unidos solo usen repuestos de dicho país. 

En cuanto a los aranceles sobre productos siderúrgicos, la administración de Washington acordó otorgar a Corea del Sur una exención de dichas tasas, a condición de que las exportaciones surcoreanas de hierro y acero al mercado estadounidense mantengan en adelante un volumen promedio del 70% de los últimos tres años.