El Banco de Corea ha decidido mantener el tipo de referencia, al considerar los factores de incertidumbre que imperan tanto dentro como fuera del país.
Al respecto, el banco central anunció el jueves 12, tras concluir la reunión de su Comité Financiero y Monetario, que mantendrá el tipo de referencia en el actual 1,5% anual, en el que prevalece desde noviembre de 2017, mes en que la tasa fue elevada de su mínimo histórico.
La decisión de no variar el tipo de referencia fue en realidad anticipada por el mercado, que contempla con preocupación la lenta evolución de los precios al consumidor -un reflejo de la ralentización en reactivar la demanda nacional- y el desempleo que en marzo marcó la mayor tasa en 17 años. Asimismo está la amenaza de una guerra comercial entre Estados Unidos y China, que inevitablemente afectará a la economía surcoreana, altamente dependiente de las exportaciones.
Sin embargo, el banco central sigue sintiéndose presionado por aumentar el tipo de referencia, ya que si la Reserva Federal de Estados Unidos continúa elevando el suyo -que ya es superior al de Corea del Sur- la brecha crecerá y podría generar una fuga de capital extranjero.