El presidente surcoreano Moon Jae In aceptó el martes 17 por la mañana la dimisión presentada el día anterior por el responsable del Servicio de Supervisión Financiera (FSS), Kim Ki Sik, después de que la Comisión Electoral Nacional concluyera que algunos de sus actos y donaciones fueron irregulares.
Cuando su legislatura llegaba a su fin, Kim utilizó fondos políticos para donar unos 50 millones de wones a un grupo de diputados, en mayo del año 2016.
La oficina presidencial envió el día 12 una lista de cuestiones a la Comisión Electoral Nacional para consultar si consideraba legales o no las donaciones de Kim, así como otros hechos controvertidos. Al respecto, el presidente Moon Jae In afirmó que removería a Kim en caso de haber evidencias concretas de irregularidades en su etapa como legislador.
Finalmente, dicho organismo determinó el lunes 16 que los hechos cometidos por Kim mientras era legislador sí violaron la Ley de Elecciones de Oficiales Públicos. Así, poco después de conocerse el dictamen, Kim presentó su renuncia ante el presidente Moon.