Después de seis años de obras de restauración, hasta recuperar su forma original, la sede de la delegación del Imperio de Corea en Estados Unidos se ha convertido en museo.
La oficina del delegado coreano en Estados Unidos, ubicada al nordeste de la Casa Blanca, fue el centro de las actividades diplomáticas del imperio coreano hasta que en 1905, tras la firma del Tratado de Eulsa, Corea fue ocupado por Japón y declarado bajo protectorado de dicho país.
Las obras de restauración se llevaron a cabo durante seis años, desde que la Administración de Patrimonios Culturales de Corea adquirió el edificio en 2012, y en base a los registros históricos ha sido convertirda en museo, que fue inaugurado por fin el martes 22, hora local. El día de la apertura la bandera de Corea se izó en el edificio por primera vez en 113 años.
El museo será de acceso gratuito para el público en general, y ofrecerá diversos programas histórico-culturales para impulsar la amistad entre Corea del Sur y Estados Unidos.