A partir de julio Corea del Sur adopta la jornada laboral de 52 horas semanales en un esfuerzo por garantizar el equilibrio entre vida laboral y familiar.
Se espera que esta medida, ya en vigor para las empresas con más de 300 empleados, instituciones públicas y oficinas gubernamentales, genere un gran cambio en la vida cotidiana, al igual que cuando se decretaron cinco días laborables por semana en 2004.
Con este nuevo nuevo sistema, los coreanos no podrán trabajar más de 52 horas por semana: 40 horas ordinarias y un máximo de 12 horas extra. De inclumplir la norma, el propietario de la empresa podría enfrentar hasta dos años de prisión o multas de hasta 20 millones de wones.
Segun una encuesta realizada en junio por el Ministerio de Trabajo entre 3.627 empresas con más de 300 trabajadores, casi el 60% ya había adoptado la semana laboral máxima de 52 horas. No obstante, el 40% restante, y principalmente las pymes, están preocupadas por el aumento del coste de mano de obra y los problemas de producción.
El plazo de adaptación ha sido ampliado hasta finales de año y debería dedicarse a resolver diferencias entre las partes.