El Gobierno comprará bonos emitidos hace más de una década y cancelará deudas de particulares -en concreto, dedicados al microcomercio- por valor de 480.000 millones de wones.
Principalmente, adquirirá títulos y clasificados como insolventes por entidades financieras o instituciones públicas con más de diez años, pero cuyo plazo se renueva al cambiar de agencia de recobro, agobiando a los microcomerciantes.
Esta medida tiene por objeto principal ayudar a aquellas personas que atraviesan graves dificultades por la subida del salario mínimo y la disminución de ingresos.
Se calcula que este programa beneficiará a unos 35.000 particulares.