Los restos de 55 soldados estadounidense fallecidos durante la Guerra de Corea fueron finalmente repatriados tras permanecer en territorio norcoreano durante más de seis décadas.
El avión transportador C-17 de Estados Unidos procedente de Corea del Norte aterrizó el viernes 27 en la Base Aérea estadounidense de la ciudad surcoreana de Osan portando 55 cofres de madera con dichos restos, que posteriormente procedrán a identificar.
Se estima que los restos repatriados esta vez fueron hallados en la localidad de Wunsan, en la provincia de Pyongan del Norte, y también cerca del estanque Changjin, en Hamgyong del Sur, zonas en las que Corea del Norte y Estados Unidos planearon realizar excavaciones en 2011.
Posteriormente, los restos serán llevados a Hawái para una serie de análisis genéticos, a fin de encontrar posibles familiares.