Una víctima de la esclavitud sexual forzada por Japón durante la Segunda Guerra Mundial realizó el lunes 3 por la mañana una protesta individual frente a la sede del Ministerio de Exteriores.
Kim Bok Dong, de 92 años, recientemente sometida a una invervención quirúrgica de cáncer, llegó en silla de ruedas. La anciana instó al Gobierno de Moon Jae In a adoptar medidas para suprimir completamente la fundación para las víctimas financiada por Japón.
Previamente, la Administración de Park Geun Hye concretó el establecimiento de una fundación nipona de apoyo a las víctimas surcoreanas de esclavitud sexual en Corea, según el acuerdo alcanzado con Tokio en 2015.
Dicho pacto, sellado entre la ex presidenta Park y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, provocó una fuerte reacción entre el pueblo surcoreano, y también la ira de las víctimas coreanas, por no reflejar la postura ni las peticiones de las supervivientes a dichos crímenes.
Kim afirmó que las víctimas no solo luchan para recibir una compensación, al resaltar que aunque los japoneses les ofrecieran 100 mil millones de wones no los aceptarían, e insistió en suprimir la fundación japonesa.