Para impedir la creciente fuga de tecnología nacional de vanguardia, el Gobierno ha decidido reforzar el control de fusión y adquisición entre empresas.
Actualmente, se detectan más de 20 casos anuales de fugas de patentes de vanguardia, pese a que constantemente se alude a que el sistema de protección tecnológica es vulnerable a fugas. Además, las sanciones eran demasiado ligeras, respecto a los daños inferidos al sector a nivel nacional.
A este tenor, varios ministerios dieron a conocer el jueves 3 un paquete de medidas para prevenir el robo de tecnología punta. En primer lugar, si una compañía coreana que haya desarrollado una tecnología clave con ayuda gubernamental desea vender su empresa a otra extranjera, habrá de obtener obligatoriamente una autorización del Ejecutivo. En tanto, aquellas que no hayan recibido apoyos oficiales, deberán declarar adquisiciones o fusiones por parte de empresas foráneas.
Además, para evitar incidentes han reforzado las sanciones. Por ejemplo, si alguien roba tecnología estratégica o información empresarial confidencial de una empresa y la vende a una firma foránea, se enfrentará a un mínimo de tres años de cárcel, mientras que la ley actual no establece mínimos, sino solo un máximo de 15 años de cárcel.