Los embajadores de Corea del Norte en China, Rusia y ante las Naciones Unidas regresaron a Pyongyang el martes 19, junto con otros diez funcionarios diplomáticos.
Resulta inusual que el Gobierno norcoreano convoque de forma urgente a sus embajadores en países relacionados con temas de la península coreana, máxime ante la estancada situación de las negociaciones nucleares con Estados Unidos.
Se estima que congregar a esos diplomáticos forma parte del plan de Corea del Norte para reforzar su estrategia, al no lograr desbloquear las negociaciones con Washington tras la Cumbre de Hanói.
Mientras algunos analizan que podría ser la antesala de un anuncio decisivo de Kim Jong Un, otros lo ven como un gesto meramente protocolario y afirman que regresaron a la vez para asistir a la reunión anual de representantes diplomáticos en el extranjero, o bien para las sesiones de abril de la Asamblea Popular Suprema.