Japón anunció el lunes 1 restricciones comerciales que dificultarán la exportación a Corea de elementos clave de alta tecnología, utilizados para fabricar chips y teléfonos inteligentes. 

A partir del 4 de julio, las empresas japonesas deberán obtener aprobación del gobierno para exportar tres tipos de productos a firmas surcoreanas, usados para fabricar chips y teléfonos inteligentes, como poliimida fluorada.

Como base de esta medida, el Gobierno japonés argumentó que su sistema de control de exportación se basa en la confianza mutua global, confianza que ha visto gravemente deteriorada entre Seúl y Tokio, llevando a restringir las exportaciones.  

Al respecto, la emisora NHK dijo que la decisión responde indirectamente a la sentencia decretada el pasado octubre por el Tribunal Supremo de Corea del Sur, sancionando a la compañía Nippon Steel & Sumitomo Metal a indemnizar a los trabajadores surcoreanos reclutados a fuerza durante la dominación nipona el siglo pasado, decisión judicial que Tokio venía pidiendo revertir.  

Algunos señalan que la medida de Tokio relaciona asuntos diplomáticos con temas comerciales, hecho que va en contra de la declaración efectuada por los líderes del G20 en Osaka, que aboga a la par por un comercio justo y libre.