El martes 17 tuvo lugar un evento en la Base Aérea de Cheongju para marcar la incorporación de varios cazas furtivos F-35A a la Fuerza Aérea surcoreana. A la ceremonia acudió el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, aunque fue un acto interno.
Las autoridades militares explicaron que optaron por un perfil bajo para celebrar la llegada del nuevo equipamiento y agradecer a los oficiales por su labor al respecto.
Sin embargo y pese a esta argumentación, algunos expertos afirman que la decisión de no revelar al público esa ceremonia responde más a posibles reacciones de Corea del Norte a la incorporación de Seúl de cazas F-35A a su arsenal militar, pues dichas aeronaves pueden destruir instalaciones enemigas clave sin ser detectados por radares.
Hasta la fecha, Corea del Sur ya ha recibido trece aviones F-35A y contará con otros cuarenta hasta 2021.