Corea del Sur y Japón han restringido mutuamente la llegada de viajeros del otro país entre sí.
En concreto, Seúl suspendió a las 0 horas del lunes 9 el programa de exención de visado de 90 días a ciudadanos japoneses, al tiempo de invalidar las visas ya emitidas.
De este modo, a partir del lunes, todos los extranjeros que lleguen del archipiélago nipón deberán someterse a un control especial de entrada, incluida una inspección sanitaria más restrictiva.
Según explicaron el Gobierno y la oficina presidencial, dicha medida fue adoptada para priorizar la salud y la seguridad de la población surcoreana, después de que Japón decidiera limitar la entrada de viajeros procedentes de Corea del Sur ante la propagación de COVID-19.
El Gobierno nipón anunció la semana pasada que desde el lunes 9 hasta final de mes, los viajeros procedentes de Corea del Sur y de China deberán permanecer aislados durante dos semanas (en los lugares designados a tal efecto) y abstenerse de usar el transporte público. Asimismo, prohibieron la entrada de aquellos que hubieran visitado Daegu y Cheongdo, y limitaron las conexiones aéreas con Corea del Sur y China.