Al caer el número de nuevos contagios de COVID-19 en torno a 200 por día en Corea del Sur, se cree que la crisis podría haber llegado a un punto de inflexión. 

El presidente Moon mantuvo el día 9 una reunión con sus asesores de la casa presidencial sin mascarillas, donde destacó que había que continuar con la lucha por frenar el ritmo de contagios. 

Explicó que, si Corea del Sur consigue reducir aún más los nuevos contagios y entra en una fase estable, podría ser considerado un ejemplo en la lucha contra la pandemia. 

Sin embargo, Moon llamó a no pecar de excesivo optimismo, pues hay grupos esporádicos y de pequeña escala en diversas zonas que podrían derivar en contagios masivos. En ese contexto, llamó a hacer un seguimiento en residencias de ancianos, empezando por las zonas de algo riesgo. 

En cuanto a la nueva medida que limita la compra de mascarillas a dos unidades por semana, expresó que busca garantizar un reparto equitativo de mascarillas, y apeló a la solidaridad ciudadana para que aquellos que más las necesiten puedan comprarlas primero. 

Por último, confirmó que para situaciones que no requieran necesariamente el uso de mascarillas sanitarias, el personal de la Casa Presidencial utilizará mascarillas de tela. En ese contexto, pidió a los ciudadanos a seguir las pautas de las autoridades hasta que se normalice el suministro.