El Tribunal Supremo dictó el jueves 29 una pena de diecisiete años de prisión contra el expresidente Lee Myung Bak, imputado por soborno y malversación de fondos de la empresa DAS. Así, confirmó la sentencia emitida en juicio de apelación, desestimando el alegato de la defensa. 

Específicamente, el exmandatario fue sometido a juicio por malversar entre 1991 y 2007 un total de 34.900 millones de wones de la empresa de repuestos de coches DAS, de la que era el propietario real, además de por recibir unos 16.000 millones wones como soborno de Samsung. Este pago incluía los 11.000 millones de wones que esa empresa abonó en favor de Lee para costear el pleito que DAS interpuso en Estados Unidos para recuperar una inversión en una consultora llamada BBK. 

En apelación, el expresidente fue declarado culpable de gran parte de los cargos, y condenado a doce años de prisión y una multa de 13.000 millones de wones por corrupción, más otros cinco años por malversación de fondos, dictamen que finalmente confirmó el Tribunal Supremo. 

No obstante, Lee Myung Bak criticó la sentencia, aludiendo al retroceso de la justicia, y añadió su profunda inquietud por el futuro de la nación. Dijo haber seguido el procedimiento judicial como último intento de confiar en la imparcialidad del Poder Judicial y los sistemas democráticos, aunque resaltó que el Tribunal Supremo no había sido ni justo ni imparcial, y decretó que a la larga la verdad saldrá a la luz.