En función de quien gane las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 3 de noviembre, el resultado podría generar grandes cambios en la negociación sobre defensa combinada entre Seúl y Washington.
Las tratativas entre ambos aliados para actualizar el acuerdo especial sobre reparto de gastos de defensa se hallan actualmente estancadas, después de que el presidente Donald Trump rechazara la oferta de Corea del Sur de elevar un 13% su aportación.
De ser reelegido, Trump presumiblemente seguirá presionando a Seúl para que haga un fuerte aumento en su aportación, bajo la amenaza de reducir el número de efectivos estacionados en territorio surcoreano.
En tanto, si gana en las elecciones el demócrata Joe Biden, también pedirá cierto incremento en la aportación de Seúl, pero se espera un margen que no afecte a la alianza bilateral, y buscará cerrar rápidamente el acuerdo. Biden ha venido criticando fuertemente a Trump por vincular las aportaciones a la alianza, y no parece probable que opte por retirar las tropas estadounidenses en Corea del Sur.
Por último, el traspaso del control del mando militar en tiempos de guerra de Estados Unidos al Ejército surcoreano podría demorarse si Biden resulta elegido como presidente, pues solicitará una minuciosa valoración de la capacidad de Seúl para asumir el control operativo en tiempo de guerra (OPCON) de las tropas.