Las bases militares estadounidenses en Corea del Sur han activado un programa de vacunación contra COVID-19, y el Gobierno surcoreano ha notificado a las Fuerzas Armadas de dicho país en Corea (USFK) la autorización para vacunar a los surcoreanos en dichas bases.
Según informó el portavoz de Defensa el miércoles 30, tras conocer los posibles efectos secundarios y adoptar las medidas oportunas, Seúl ha autorizado a dichas bases a vacunar a los surcoreanos que trabajan allí y expresen su voluntad de ser inoculados, bajo condición de enviar un listado para evitar dobles vacunaciones y poder hacer un mejor control ante posibles efectos adversos.
Así, los soldados que integran el Refuerzo militar coreano a las tropas de Estados Unidos (KATUSA) y el personal militar surcoreano en las bases norteamericanas podrán ser vacunados.