El presidente Moon Jae In mantuvo el jueves 7 una reunión de Año Nuevo por videoconferencia con medio centenar de personalidades de diversos sectores, actividad que otros años celebró de modo presencial, con entre 200 y 300 asistentes.
En primer lugar, agradeció el sacrificio y la solidaridad mostrada por los ciudadanos durante 2020 en la lucha contra el COVID-19 y expresó su determinación de convertir a Corea en una nación avanzada.
En la sesión participaron altos cargos del Ejecutivo, así como del Legislativo y del Poder Judicial, líderes de partidos políticos, y ciudadanos cuyo ejemplo o contribución social destacó el año pasado, como Gu Chang Sik, quien tras salvar varias vidas en el incendio de Ulsan el pasado octubre, donó la recompensa recibida a la caridad, o Kim Byung Geun, un médico que ofreció su hospital privado como centro de tratamiento exclusivo para pacientes de COVID-19.