Un 30% de la población surcoreana ya ha recibido la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19 y el efecto más visible es el menor riesgo de contagio entre los más mayores.
Además, el número de pacientes graves disminuyó de 170, al comenzar la semana anterior, hasta los 135 actuales. En particular, la proporción de pacientes menores de sesenta años bajó del 85% al 71%, mientras que la mortandad en esa franja de edad disminuyó del 1,49% al 1,32%.
También han detectado una notoria reducción de nuevos casos entre personas de edad avanzada, hecho que se atribuye principalmente al avance de la campaña de vacunación.
Una vez concluya el calendario de vacunación del primer semestre, las autoridades sanitarias tomarán un receso de tres semanas para comenzar en julio una nueva estrategia masiva de vacunación a ciudadanos comunes.
Asimismo, a partir de julio implementarán un certificado de vacunas mediante código QR, que permitirá a los ciudadanos demostrar que están vacunados al acudir a instalaciones de uso público.