La economía surcoreana remitió entre octubre y diciembre de 2022 por primera vez en diez trimestres, pues el impacto de la inflación y la subida de tipos actúan como freno al consumo privado, mientras que la menor demanda internacional se ha traducido en un descenso de las exportaciones. 

Según datos del Banco de Corea, el producto interior bruto real bajó un 0,4% en el último trimestre del año pasado, respecto al trimestre anterior, fenómeno que no se observaba desde el segundo trimestre de 2020, cuando el impacto de la pandemia comenzó a notarse en la economía nacional. 

Entre octubre y diciembre de 2022 el consumo privado se contrajo de nuevo, sin poder mantener la tendencia al alza de los dos trimestres anteriores. En ese periodo remitió el consumo de bienes y servicios, así como las inversiones en equipamiento y maquinaria, las exportaciones - principalmente de chips y productos químicos-, y hasta las importaciones de crudo y metales primarios.

Pero pese a ese trimestre de resultado negativo, a nivel anual la economía surcoreana creció un 2,6% en 2022, mejorando por segundo año consecutivo tras la caída del 0,7% registrada en 2020.

De cara a 2023 se espera un menor incremento pues, según las previsiones del Banco de Corea, el crecimiento económico de este año logrará un 1,7% o incluso menos, mientras que el Gobierno pronostica un crecimiento del 1,6%.

Por su parte Choo Kyung Ho, ministro de Finanzas, prevé que la tasa de crecimiento económico de Corea será positiva para el primer trimestre del año, aunque vendrá seguida de un periodo difícil hasta junio por la contracción de la economía mundial.