Ante la subida del precio internacional del petróleo por el conflicto en Gaza, el Gobierno ha decidido prorrogar hasta fin de año la rebaja al impuesto sobre combustibles, inicialmente prevista hasta octubre. 

El vice primer ministro de Economía, Choo Kyung Ho, anunció el lunes 16 que mantendrán los impuestos a la gasolina y el diésel en un 25% y un 37%, en un rango inferior al habitual. 

También prorrogarán las subvenciones sobre combustibles, que inicialmente surgieron como una ayuda del Gobierno para cubrir la mitad del excedente en caso de que el precio del diésel o del gas natural supere el límite prefijado. 

La medida responde a la fluctuación en los precios de la energía a nivel mundial tras los choques armados entre Israel y Hamás. El vicepremier explicó que si el conflicto se agrava y compromete la estabilidad del mercado energético y la cadena global de suministros, la inflación - que al menos teóricamente empezaba a remitir- reaparecerá ante los riesgos que acechan a la economía mundial.

En este contexto, el centro de estudios económicos de Bloomberg prevé que, si Irán se suma al conflicto entre Israel y Hamás, no se descarta una crisis del petróleo que podría elevar el precio del crudo a más de 150 dólares por barril. En tanto, desde la Organización Mundial del Comercio (OMC) afirman que si los choques en Gaza se convierten en un conflicto panrregional en Oriente Medio, las repercusiones afectarán a todo el comercio global.

En base a los hechos y pronósticos actuales, el Gobierno analizará la oferta de petróleo del país para frenar subidas exageradas o prematuras del combustible, al tiempo de reforzar el control sobre el sector energético y alimentario, y activar un sistema de vigilancia 24 horas por si aumenta la volatilidad en los mercados financiero y cambiario.