El Comité Financiero y Monetario del Banco de Corea ha optado por congelar el tipo de referencia en el 3,5% anual. Desde la última subida, que tuvo lugar el pasado mes de enero, por sexta vez consecutiva ha decidido mantener sin cambios el tipo de interés.

La decisión responde a la incertidumbre económica derivada de factores como el conflicto entre Israel y Hamás o el fortalecimiento del dólar estadounidense. 

El Banco de Corea expresó que piensa mantener una política restrictiva por un tiempo prolongado, de cara a estabilizar los precios, postura que parece alejar una rebaja en el tipo de interés.

Respecto a la inflación, el banco señaló que la reciente tensión entre Israel y Hamás podría impactar en los precios del petróleo y retrasar el objetivo de llevar la inflación al 2%, meta que cada vez parece más lejana considerando que en septiembre ya alcanzaba el 3,7%. 

Pese a la fluctuación en el tipo de cambio dólar-won, el banco percibe que los riesgos en el ámbito no bancario han disminuido. 

La deuda de los hogares, que actualmente alcanza 1.800 billones de wones, ha mostrado un crecimiento constante durante los últimos seis meses, mientras que factores como la competencia de tipos disipan la presión de aumentar la tasa de referencia.

Aunque el mercado anticipa una posible rebaja en los tipos de interés, el Banco de Corea no descarta futuros incrementos, enfatizando que ajustará sus decisiones a las variaciones de la coyuntura nacional e internacional.