Kim Jong Un, líder de Corea del Norte, ha expresado que no tomará ​decisiones unilaterales sobre un cambio de régimen en la península coreana, aunque tampoco intentará evitar una guerra.

Según informó la Agencia Central de Noticias de Corea de Norte el 10 de enero, durante una inspección a unas fábricas militares realizada los días 8 y 9, Kim Jong Un comentó que el pueblo surcoreano es "nuestro enemigo" y advirtió que no dudará en movilizar todos los medios y capacidades disponibles si Corea del Sur intenta usar la fuerza militar contra su país.

Kim expresó su satisfacción por la activa adopción de nuevas tecnologías en la producción de sistemas de armas clave en las fábricas militares y elogió la ejecución exitosa de planes para el suministro de equipos militares de última generación a las fuerzas de primera línea y a las unidades clave de misiles.

Sus declaraciones intensifican aún más las amenazas militares expresadas por Kim al final del año pasado durante la reunión plenaria del Partido de los Trabajadores, donde llamó a avanzar en los preparativos de una "revolución abrumadora para pacificar todo el territorio de Corea del Sur".

En las imágenes locales reveladas por los medios norcoreanos, se pueden observar junto a Kim decenas de vehículos, incluidos lanzadores móviles de misiles balísticos de corto alcance.

Se estima que estos misiles tienen un alcance de aproximadamente 600 km, con cobertura a toda la península coreana.