La propagación de la nueva variante ómicron ensombrece las perspectivas de la economía surcoreana, mientras que el refuerzo de las pautas preventivas podría derivar en una nueva nueva contracción de demanda, tanto interna como a nivel internacional. 

Así lo pronostica el Instituto de Desarrollo de Corea, que en su análisis sobre la coyuntura económica de noviembre, afirma que la incertidumbre para la economía nacional aumenta por la nueva variante, amenazando la recuperación.

Al respecto, considera que el endurecimiento del control sanitario y de las medidas de aislamiento traerá una mayor inestabilidad al mercado financiero, aumentando el riesgo de enfrentarse a una desaceleración económica. 

En este contexto, y como síntomas más preocupantes, la entidad menciona la persistente crisis de suministros a nivel global, el descenso de la demanda exterior, y la ralentización de la recuperación del sector manufacturero. No en vano, los indicadores sobre la actividad industrial de octubre reflejan un mínimo incremento de entregas de bienes del 3,4%, así como un aumento de existencias del 7,2%. 

El Instituto de Desarrollo de Corea advirtió que la demanda, tanto nacional como internacional, podría volver a debilitarse si las pautas preventivas siguen reforzándose por miedo a las nuevas variantes. Sin embargo, como señal favorable destacó la mejora -aunque sutil- de la producción, del consumo y del empleo en el sector servicios, mejora que perdura tras el impulso de la campaña de vacunación y por la estrategia de "vuelta a la normalidad" cuya primera fase comenzó a primeros de noviembre.