El lanzamiento del cohete Nuri, inicialmente programado para el jueves 16, fue aplazado por tiempo indefinido tras detectar una anomalía en los sensores del tanque oxidante. 

Actualmente, los técnicos del Instituto Coreano de Investigación Aeroespacial (KARI) investigan las causas del fallo. 

Los sensores donde el fallo fue detectado sirven para medir la cantidad de oxidante en el interior del tanque. Se considera normal que el nivel varíe al ubicarlo en posición vertical por los movimientos de la maniobra, pero inusualmente presentaban el mismo valor que en posición horizontal.  

Tras detectar el fallo, KARI procedió a cancelar los preparativos del lanzamiento y llevó el cohete de vuelta al centro de ensamblaje, para investigar posibles desajustes.

Ahora la atención se centra en saber si Corea del Sur podrá lanzar el cohete hasta el 23 de junio, plazo fijado por la comunidad internacional para llevar a cabo el lanzamiento de Nuri.

De lo contrario, el lanzamiento debería suspenderse por largo plazo pues, además de tener que coordinar otra fecha con otros lanzamientos mundiales, en Corea se esperan condiciones climáticas desfavorables entre verano y principios del otoño, tales como lluvias torrenciales o monzón y tifones. 

Los científicos explican que si el sensor tiene un problema, podría llevar mucho tiempo desmontar la tapa del tanque de oxidante. En cambio, si el problema está en la cable de conexión del sensor o en el convertidor de señal, podrán resolver el fallo sin mucha demora. 

Corea del Sur había previsto lanzar el cohete Nuri el miércoles 15, como misión para poner en órbita varios satélites espaciales, pero tuvo que aplazarse al día siguiente por fuertes vientos, y posteriormente sin fecha hasta resolver el problema técnico.