Unos 600 surcoreanos serán evacuados de Italía, el país europeo más afectado por la propagación del COVID-19. En concreto, esas personas llegarán a Corea en dos vuelos chárter, uno que partirá de Milán el 31 de marzo y otro que despegará en Roma el 1 de abril, aunque las fechas y el itinerario están por ahora sujetas a cambio, en base a las negociaciones con el Gobierno italiano.
Los vuelos serán de un sentido y los costes serán cubiertos por los usuarios, si bien habrá una asignación prioritaria de asientos para mayores de 65 años, niños menores de 7 y mujeres embarazadas.
Al llegar al aeropuerto de Incheon, todos sin excepción serán sometidos a pruebas de COVID-19 y, si detectan algún positivo, el grupo entero permanecerá en una instalación de cuarentena durante catorce días. De no detectar ningún caso, deberán mantener aislamiento domiciliario durante el mismo periodo.