Seúl ha exigido a Tokio que actualice su postura sobre las restricciones comerciales hacia Corea del Sur, ante la inoperancia de los tres argumentos en que las autoridades japonesas basaron su decisión de limitar las exportaciones al mercado surcoreano.
En julio, Japón restringió unilateralmente los envíos de tres bienes estratégicos al mercado surcoreano, mientras que en agosto excluyó a Corea del sur de su lista de países preferentes para exportar. Entonces, consideró esa medida como "inevitable" ante la ruptura de diálogo político entre ambos países, el deficiente control del comercio de armas convencionales y la falta de recursos para gestionar las exportaciones.
Al respecto, Seúl afirma que el diálogo entre Corea y Japón fue reanudado mediante reuniones oficiales y extraoficiales celebradas los últimos seis meses, mientras que el Gobierno surcoreano reformó la Ley de Comercio exterior para reforzar el control sobre las exportaciones, además de ampliar la oficina de seguridad comercial en el Ministerio de Industria, Comercio y Energía.
No obstante, Tokio ha rechazado atender la petición del Gobierno surcoreano, expresando que no es un tema sobre el que pueda ofrecer una postura en un plazo determinado.