El discurso del presidente chino, Xi Jinping, donde aludió a la participación de su país en la Guerra de Corea como medida necesaria para luchar contra los invasores imperialistas y garantizar la estabilidad en la península coreana, generó gran controversia durante la interpelación parlamentaria al Gobierno.
En la auditoría del lunes 26, la ministra de Exteriores, Kang Kyung Wha, expresó que las declaraciones de Xi Jinping distorsionan la historia, enfatizando que la Guerra de Corea estalló por la invasión norcoreana a Corea del Sur.
La canciller también explicó que su ministerio ha transmitido claramente la posición de Seúl a Beijing y está adoptando las medidas oportunas.
En tanto, el ministro de Defensa, Suh Wook, también se mostró en discordia con las declaraciones del presidente chino, subrayando que la causa directa de la guerra fue la invasión del territorio surcoreano por las tropas del Norte.
Según los analistas, el alegato de Xi Jinping buscaría reforzar el patriotismo entre sus ciudadanos, ante la escalada de tensión entre Beijing y Washington.
Ahora la atención se centra en saber cómo influirá la opinión de la cancillería surcoreana en la relación entre Corea del Sur y China, mientras continúan los esfuerzos por declarar el fin de la Guerra de Corea y organizar una visita del presidente Xi Jinping a Corea del Sur.