El embajador de Corea del Norte ante Naciones Unidas afirmó que Pyongyang está dispuesto a cooperar si Washington retira sus políticas hostiles contra el régimen.

Durante el debate general celebrado el día 27 en la 76ª Asamblea General de la ONU, en Nueva York, Kim Song declaró que si Estados Unidos realmente desea paz y reconciliación, debería retirar sus políticas hostiles contra Corea del Norte, empezando por suprimir totalmente las maniobras militares y el despliegue de armas estratégicas en la península coreana y alrededores. 

En esa línea, subrayó que las políticas hostiles de Washington han fomentado continuamente la tensión y la confrontación en la península, y son la causa directa de 70 años de guerra. 

Destacó que es hora de que el Gobierno estadounidense demuestre mediante acciones concretas, que no tiene intenciones hostiles contra Pyongyang, y entonces obtendrá una respuesta favorable por parte del régimen norcoreano. 

No obstante, el embajador aclaró que Corea del Norte nunca ruega, y que si Estados Unidos sigue amenazando con reliquias de la Guerra Fría como la alianza militar, se desencadenará una "situación nada divertida". 

Finalmente, Kim afirmó que Pyongyang cuenta con un fuerte potencial disuasivo militar que puede servir como herramienta de ataque, en alusión a sus armas nucleares y misiles balísticos de largo alcance. Sin embargo, explicó que no desean usarlos contra otros países, pues el motivo de poseer dichas armas es principalmente la hostilidad de Washington. 

En ese contexto, aclaró que nunca usarán sus armas para vulnerar o amenazar la seguridad de otras naciones, incluyendo Corea del Sur y Estados Unidos.