El Gobierno convocó el lunes 18 una reunión sobre estrategias de seguridad económica exterior con la participación de once altos cargos, incluyendo el primer ministro de Economía, Hong Nam Ki, titulares de ministerios relacionados, la Oficina de Seguridad Nacional de Presidencia y el Servicio Nacional de Inteligencia. 

Al ser la primera convocatoria, considerada como una versión ampliada de la Reunión ministerial de economía activa hasta ahora, tuvo como tema central la solicitud de la Casa Blanca a fabricantes de automóviles, compañías de chips y empresas de sectores vinculados, a los que requirió información confidencial sobre producción, inventario y distribución de semiconductores. 

El vicepremier explicó que el gabinete abordó el tema en profundidad, además de mantener estrechas y consecutivas consultas entre Seúl y Washington al respecto. Sin embargo, recalcó que priorizarán la autonomía de cada firma sobre cómo manejar sus secretos empresariales, además de ofrecer apoyo para que puedan reaccionar oportunamente, a través de un ágil intercambio de información. 

Asimismo, la reunión abordó la adhesión de Corea del Sur al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, mejor conocido por su acrónimo en inglés CPTPP, con el previsto retorno de Estados Unidos después de casi tres años, y la solicitud de adhesión de China presentada en septiembre. 

El vice premier surcoreano expresó la semana pasada, tras culminar la conferencia de ministros de finanzas del G20 en Washington D.C., que el Gobierno decidirá si adherirse o no a dicho acuerdo durante el mes de octubre. 

Mientras se estima que la decisión final llegará a más tardar en la última semana del mes, la reunión sobre seguridad económica exterior del lunes 18 también sirvió para analizar el valor estratégico, los efectos económicos y las posibles consecuencias - tanto negativas como positivas- de la adhesión de Corea al CPTPP, así como las medidas a adoptar para proteger el patrimonio tecnológico del país, ante la cada vez más feroz rivalidad internacional por ostentar la hegemonía tecnológica.