Un reciente sondeo refleja que la pandemia ha impactado en todas las relaciones sociales de los coreanos, menos la familiar, mientras que uno de cada cuatro siente que la calidad de vida ha empeorado respecto a hace dos años. 

Según informó la Oficina de Estadísticas de Corea, más del 35% de los encuestados respondió que el COVID-19 ha impactado en su vida social, generando aislamiento respecto a amigos y vecinos, y son más los que consideran que afectó a sus relaciones de ocio y a sus actividades en instituciones religiosas, frente a los que no percibieron ningún cambio. 

Solo un 12,9% dijo que el coronavirus ha mejorado su relación familiar. 

Los cambios también afectaron a los patrones de consumo en Corea, generando un aumento de hasta el 60% en pedidos de comida a domicilio, la compra de mascarillas y desinfectantes de manos, y la demanda de actividades de ocio para disfrutar en casa. 

Este fenómeno obedece principalmente a la implantación del teletrabajo y a las pautas de distancia social, llevando a los coreanos a pasar más tiempo en casa. De hecho, un 16,6% dijo haber trabajado desde casa y un 92% recibió clases virtuales. 

Asimismo, cayeron en gran medida los viajes al exterior sobre hace dos años, y el público de exposiciones de arte y estadios deportortivos bajó hasta un tercio. Por estos motivos, entre otros, un 25% de los encuestados considera que su vida ha empeorado. 

El coronavirus también generó una disminución de ingresos y un aumento de deudas, al agravarse la situación financiera de los hogares, además de aumentar los precios de restaurantes, prendas y alimentos. 
 
La encuesta refleja que siete de cada diez surcoreanos se preparan para una vida independiente tras la jubilación, con una manutención basada en la pensión nacional.