La plaza de Gwanghwamun renació con un parque después de un año y nueve meses de obras.

La reinauguración tuvo lugar el sábado 6 ante una gran multitud, todos ciudadanos que se acercaron para presenciar ese nuevo espacio cultural y de descanso en el pleno corazón de la capital surcoreana.

El cambio más notorio respecto a antes de la remodelación es que los ciudadanos no tienen que cruzar la calle para acceder al parque. Además, ostenta una superficie dos veces más amplia, con zonas verdes que triplican la extensión anterior a las obras y en las que fueron sembrados unos 5.000 árboles.

También hay en el parque un rincón que exhibe las reliquias de la Dinastía Joseon, descubiertas y desenterradas durante las obras de remodelación.

El Ayuntamiento de Seúl anticipó que el parque de Gwanghwamun será usado en adelante como un espacio de participación ciudadana, escenario de diversos eventos culturales. Sin embargo, advirtió de tomar medidas estrictas contra manifestaciones y protestas que pudieran ocasionar ruido o bloquear el paso tanto de vehículos como de peatones, enfatizando que en principio prohibirá la organización de tales actividades en el nuevo parque.

Ante esta postura del Gobierno municipal es fuerte el rechazo de las ONGs y otros grupos civiles, que alegan que se trata de una violación del derecho de asamblea y manifestación salvaguardado por la Constitución.