La Comisión Nacional de Derechos Humanos realizó en marzo una inspección en las escuelas de bachillerato de Gwangju, de Jeolla del Sur y Jeolla del Norte, al recibir quejas de los estudiantes por exceso en la limitación de uso de teléfonos móviles en los dormitorios. 

Tras la investigación revelaron que 46 de los 150 institutos de esas zonas, más del 30%, prohíben a sus alumnos usar el móvil en los dormitorios. De hecho, en treinta de esas escuelas los alumnos deben entregar sus teléfonos a los supervisores de los dormitorios al acabar la jornada, y el incumplimiento de normas internas sobre uso de móviles está sujeto a saciones en la mayoría de institutos. 

La Comisión Nacional de Derechos Humanos considera que esas restricciones vulneran la libertad tanto de acción y de comunicación de los estudiantes, y tildó de "poco convincente" la justificación de las personas a cargo de esas entidades educativas, al afirmar que limitan el uso de móviles por las noches para garantizar el derecho al sueño de sus alumnos. 

Al respecto, la comisión estima que el dormitorio estudiantil, a diferencia de las aulas, es un espacio de descanso para los alumnos, y por tanto tienen derecho a usar libremente sus móviles, siendo una decisión voluntaria moderar el uso de esos dispositivos.

Tras la inspección, la Comisión Nacional de Derechos Humanos recomendó a las direcciones de los institutos con dormitorios estudiantiles no privarles de los móviles en horario nocturno ni limitar su uso.