Estados Unidos ha expresado que hay que tomar muy en serio la retórica hostil de Pyongyang, mientras investiga la veracidad de un reciente anuncio que asegura haber probado una nueva arma subacuática.

Según expresó el viernes 19 John Kirby, coordinador de Comunicación Estratégica del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, por el momento no hay muchos datos del ensayo mencionado por Corea del Norte, pero Washington intenta contrastar con Seúl la veracidad de los datos.

En todo caso, y al margen de la fiabilidad de esos anuncios, destacó que las provocaciones de Kim Jong Un van en aumento, mientras que Corea del Norte persiste en ampliar un potencial militar que amenaza tanto a los países vecinos como la estabilidad regional. 

Sobre la posibilidad de que las amenazas balístico-nucleares de Pyongyang se traduzcan en acciones concretas contra Corea del Sur o Estados Unidos, Kirby advirtió de tomarlas muy en serio, pues junto a la ambición por mejorar su arsenal y su potencial militar, persiste una retórica hostil plagada de expresiones bélicas.

En la misma línea, el Departamento de Estado estadounidense recordó que siguen de cerca los movimientos del Norte en cooperación con Corea del Sur y Japón, sus principales aliados en la zona, para contrarrestar cualquier posible provocación del régimen.

Pese a todo, por último enfatizó que Washington no guarda intenciones hostiles hacia Pyongyang y sigue esperando que acepte los llamados al diálogo para aliviar la tensión en la zona de cara a arraigar una paz perpetua en la península coreana.