A partir del 25 de junio entrarán en vigor nuevas pautas de la Ley de Tránsito que endurecen las penas contra conductores ebrios.

Con la nueva ley, el límite de concentración de alcohol en la sangre pasa de 0,05% a 0,03% para retirar provisionalmente la licencia, mientras que un porcentaje superior a 0,08 o más implicará retirada definitiva del carné de conducir. La policía realizará controles especiales durante dos meses, desde 25 de junio, en concreto desde las 10 de la noche hasta las 4 de la madrugada. 

Las nuevas pautas que entran en vigor el martes endurecen las penas a conductores ebrios, abriendo la posibilidad a la pena máxima.

Previamente, aquellos que por conducir en estado de ebriedad causaran un accidente mortal eran sancionados a cuatro años y medio de cárcel, pero tras la reforma, las penas aumentan de siete años, como mínimo, a cadena perpetua, como máximo. 

Asimismo, a aquellos que se den a la fuga del lugar del accidente serán arrestados sin excepción.