Con un total acumulado de más de 11.500 casos de COVID-19 en el país, el Gobierno surcoreano estableció el lunes 1 de junio pautas de control sanitario en las playas, de cara a la temporada de verano. 

Las medidas comprenden instalar los parasoles con una distancia mínima de dos metros entre sí y usar mascarillas en todo momento, excepto dentro del agua. En tanto, el personal de administración y mantenimiento de playas será instruido sobre prevención de enfermedades infectocontagiosas para un mejor y más adecuado control sanitario. 

Además, las autoridades anunciaron los resultados de la inspección llevada a cabo en 16.000 establecimientos comerciales, donde detectaron 136 casos de incumplimiento de pautas sanitarias. 

Al respecto, el ministro de Salud y Bienestar, Park Neung Hoo, declaró que si bien los nuevos casos intradía disminuyen desde el 28 de mayo, todavía es pronto para bajar la guardia, pues las próximas dos semanas serán decisivas para frenar una nueva ola de contagios.