Hasta el 30 de julio Corea del Sur acumula 14.269 casos de COVID-19, tras sumar 18 nuevos: 11 importados y siete domésticos. De estos últimos, tres fueron detectados en Seúl y cuatro en Gyeonggi, todos en la zona capitalina.
Al no remitir el volumen de contagios, el Gobierno pidió el jueves 30 a las autoridades regionales que valoren la posibilidad de hacer tests preventivos de diagnóstico, sobre todo en instalaciones consideradas de "alto riesgo".
Las autoridades resaltaron la utilidad del diagnóstico temprano, tanto para localizar y proteger a los asintomáticos, así como para frenar contagios adicionales.