El Tribunal del Distrito Central de Seúl dio audiencia final a las partes el miércoles 11, en el juicio sobre daños y perjuicios derivados de la esclavitud sexual impuesta por Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo la parte demandada, que desde un comienzo rechazó el juicio, no compareció ante la corte.
En representación de los demandantes declaró Lee Yong Soo, víctima directa del reclutamiento forzoso de víctimas, eufemísticamente llamadas "mujeres de consuelo", por parte del Ejército japonés durante el colonialismo, quien relató la violencia y los maltratos a los que fue sometida en burdeles militares. Además, expresó indignación al ver que no ha habido cambios pese a haber transcurrido cuatro años desde la apertura del juicio.
El pleito surgió con la demanda presentada en diciembre de 2016 por un grupo de víctimas de esclavitud sexual y familiares contra el Estado japonés, si bien no avanzó pues Tokio rechazó las citaciones. En marzo de 2019 fue reanudado mediante edictos, pese a tener como factor en contra la inmunidad de jurisdicción, que en derecho internacional implica incapacidad para enjuiciar a terceros estados.
Mientras, la parte demandante alega que debe prevaler el derecho a un juicio justo y garantizado por la Constitución.