Mientras aumentan las víctimas de la violenta represión de la Policía y el Ejército de Myanmar contra las manifestaciones ciudadanas por el golpe de Estado militar, en Corea organizaron varios actos durante el fin de semana en homenaje a los birmanos que sacrificaron sus vidas por la lucha democrática. 

Uno de ellos tuvo lugar en Gwangju, ciudad surcoreana que en mayo de 1980 fue escenario de una atroz masacre de civiles cuando el pueblo se levantó contra la dictadura militar, situación similar a la realidad actual de Myanmar. Congregados alrededor de la fuente de la Plaza de la Democracia 18 de Mayo, los participantes recordaron a las víctimas de la lucha democrática birmana con rosas rojas, siguiendo la tradición de ese país del Sudeste asiático de ofrecer esas flores en memoria de los muertos. 

Según datos oficiales, hasta el 28 de marzo en Myanmar han muerto más de 500 personas por la sangrienta represión policial y militar contra manifestantes civiles. 

Ante los gestos de solidaridad de los coreanos, Min Ko Naing, uno de los principales líderes de la lucha democrática en Myanmar, envió una carta a los ciudadanos de Gwangju, expresando su gratitud y enfatizando cómo su apoyo da fuerzas al pueblo birmano para no rendirse.