Corea del Sur reportó 746 contagios de COVID-19 a las 00:00 horas del martes 6, mientras Seúl y Gyeonggi, la zona capitalina, concentra más del 80% de nuevos casos. 

Ante el fuerte repunte detectado en el país, las autoridades organizaron una reunión especial sobre control sanitario y anunciaron que desde el 8 de julio reforzarán las medidas, incluyendo suspender la operativa de establecimientos comerciales durante diez días por incumplimiento de las pautas.

Al respecto, el primer ministro Kim Boo Kyum dijo ser consciente de las dificultades que atraviesan las pymes y el micro comercio, pero consideró dicha medida como "inevitable" ante la actual situación. Enfatizó que superar la pandemia es actualmente la "prioridad número uno" del país.

Por su parte el alcalde de Seúl, Oh Se Hoon, solicitó al Gobierno asignar más vacunas a la población capitalina, para inmunizar a más jóvenes, advirtiendo del creciente porcentaje de ciudadanos en sus veinte entre los casos detectados en Seúl y Gyeonggi. 

Además, las autoridades mostraron inquietud ante el aumento de casos de la variante Delta cuyo ritmo de propagación se duplica cada semana. Así, recomendaron a la población seguir las pautas sanitarias y de distancia social, evitar reuniones, y llevar mascarilla en todo momento. 

Hasta el 6 de julio han recibido la primera dosis 15,4 millones de personas, un 29,9% de la población, mientras que 5.360.000, un 10,5%, ya han completado la segunda.