Actualmente, Corea del Sur está definiendo el nivel de pautas preventivas que aplicará a partir de la próxima semana. 

En la mañana del jueves 17, el Gobierno convocó una reunión del comité de medidas para la "vuelta a la normalidad", a fin de revisar el sistema de respuesta ante la variante ómicron, debido a su rápida propagación en el país. 

Durante el encuentro Jeong Eun Kyeong, directora de la Agencia de Prevención y Control de Enfermedades, explicó que los contagios se duplicaron en la última semana por la festividad de Año Nuevo Lunar y la variante ómicron, elevando también el número de muertes y pacientes con síntomas graves en el país. 

Así, enfatizó la necesidad de mantener una gestión estable del sistema médico y de los servicios públicos esenciales, al aumentar la incertidumbre generada por la nueva ola de contagios. 

Previamente, el Gobierno anunció que valoraba flexibilizar las pautas preventivas actuales, que limitan el número de asistentes a reuniones sociales a seis personas, y el horario de apertura de tiendas, cafés y restaurantes hasta las 9 de la noche. Sin embargo, al dispararse el volumen de casos hasta más de 90 mil contagios diarios, mostró mayor cautela.  

Mientras que micro comerciantes y autónomos exigen rebajar las pautas preventivas, los expertos advierten que una desescalada precipitada podría incrementar el riesgo en la sociedad coreana, pues el volumen de contagios todavía ha llegado al máximo.

El Gobierno planea anunciar las nuevas pautas preventivas el viernes 18, tras realizar un análisis global de la situación. 

El jueves 17, Corea del Sur reportó más de 90 mil casos de COVID-19 por segundo día consecutivo. Concretamente, confirmó 93.135 casos, mientras que el volumen de enfermos graves aumentó hasta 389 pacientes, 76 personas más que el día anterior.