El Gobierno surcoreano muestra cautela en declarar la transición de una situación pandémica a una situación endémica, aunque intenta acelerar al máximo la "vuelta a la normalidad".

Por otra parte, las autoridades sanitarias valoran implementar la cuarta dosis de vacuna contra el COVID-19, anticipando una posible nueva ola de contagios en el país. 

La preocupación deriva de los recientes contagios masivos detectados en asilos de ancianos y en centros de cuidados especializados, que se han traducido en una elevada tasa de enfermos graves, al no poder ofrecer una atención médica inmediata y oportuna por los contratiempos surgidos en el proceso de trasladar a los enfermos al hospital. 

Ante esta situación, el Gobierno ha anunciado que activará un servicio de visitas médicas a presenciales a dichas instalaciones, a fin de mejorar la atención a ancianos y a otros internos. Para cubrir dicho servicio han asignado unos 70 equipos en 45 centros médicos.

En tanto, a partir del 6 de abril, aquellos contagiados en tratamiento domiciliario pueden ir personalmente a la farmacia a buscar los medicamentos prescritos tanto en consulta online como presencial. 

Pese a todo, el Gobierno ha explicado que está valorando un plan de vuelta a la normalidad al remitir los contagios en Corea del Sur, y ha reiterado que centrará su capacidad en la gestión de grupos de alto riesgo, a los que alentó a recibir una tercera dosis de refuerzo. 

Asimismo, avanzaron que podrían administrar una cuarta dosis de vacuna contra el COVID-19 más adelante, a fin de prepararse ante posibles rebrotes del coronavirus al llegar el otoño. 

El jueves 7, Corea del Sur reportó 224.820 casos de coronavirus, unos 9.500 menos que la semana anterior. 

En cuanto a la vacunación, más de un 87% de los surcoreanos ha completado la pauta y un 64% ha recibido una tercera dosis.